Puntadas y pespuntes por doquier. Las modistas que trabajan en el taller de la firma Carmy Atelier rematan estos días los últimos vestidos de comunión que tienen como destino más de trescientos puntos de venta repartidos por toda España, donde las creaciones ‘made in Murcia’ ocupan un lugar muy destacado. Trajes para niñas que recibirán por primera vez el sacramento de la Eucaristía que se confeccionan en el camino de Salabosque, en la pedanía de Aljucer, y que no solo viajan por la geografía nacional, ya que estas creaciones textiles artesanales también son demandadas en países como Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela, Bolivia, Malta, Irlanda, Italia, Portugal y Bélgica, entre otros lugares del mundo donde la costumbre católica sigue viva.
Aunque no es un sector en auge, Evaristo González Alburquerque cuenta que en el taller que pusieron en marcha sus padres hace casi medio siglo producen cada año unos 10.000 trajes de comunión. Una cifra que ha descendido considerablemente en la última década por «la caída de la natalidad» y el descenso de una tradición religiosa que no pasa por su mejor momento.
Seguir leyendo https://www.laverdad.es/murcia/murcia-meca-vestidos-comunion-20250414014607-nt.html


